Me llamo Harpo, soy un yorkshire terrier y tengo tres años. Desde
que era pequeño y de forma innata, ayudo en las terapias de las personas que vienen a Koré, siempre a las órdenes de
las terapeutas, lo hago como acostumbramos a hacer los perros: me quedo al lado de los humanos,
acompañándoles en silencio. Me llevo especialmente bien con los niños.
Para que pueda ayudar mejor, a mí también me hacen terapia
de vez en cuando. En esta foto podéis ver lo tranquilo que me quedo después
de una sesión de terapia craneosacral, es que sufro síndrome de ansiedad por
abandono (aunque sé que eso no me va a pasar nunca)
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