Hemos iniciado el nuevo curso de Reflexología Podal con un
grupo reducido de alumnas, lo cual nos permite personalizar totalmente el
contenido y los tiempos.
Después de la presentación del curso y una breve
introducción teórica, pasamos a las prácticas, tomando contacto con el pié para
comenzar a sentir los diferentes puntos
reflejos.
Porque desarrollar la sensibilidad del reflexólogo es lo más
importante en esta profesión. El reflexólogo debe aprender como, a través de la
vista y el tacto, se pueden apreciar formas, relieves, colores, texturas,
temperaturas y sensaciones que nos transmiten los pies de una persona.
Fue un día agradable y divertido, compartiendo experiencias
y anécdotas profesionales.
Estamos deseando que llegue el día de la 2ª clase y
esperamos que nuestras alumnas también.
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